Recuerdos de una época...

Translate

jueves, 11 de septiembre de 2014

The end.

Cuesta mucho asumir las cosas, pasar página, cerrar una puerta, buscar la nueva abierta. Sacar otro libro y otra pluma. Cuesta mucho ser feliz.
Todos buscamos ser felices, no llorar... Muchas personas creen que el ser felices está arraigado a encontrar a "esa persona"
Esa persona que ilumina tu mundo con un simple "Hola", esa persona que sea la razón por la que te levantas todas las mañanas con ganas de comerte el mundo, esa persona que es la causante de que tus ojillos brillen con fuerza, con ganas, vivientes. Todos buscamos esa media naranjita, esa media fresita o esa media manzana. Buscamos alguien que nos haga ser nosotros, que nos de un motivo para seguir hacia delante. Esa persona, por la que estás dispuesta a bajar al infierno o subir al cielo.
Creemos que pedimos demasiado, pero en realidad pedimos poco, esa persona, que nos quiera, que respetemos, que queramos, que nos respete. Porque si esa persona, piensa en ti día y noche, igual que tú con esa persona, va a tener paciencia contigo, va a saber cuando estás mal y cuando estás bien... Va a saber que un "te quiero" a tiempo quita muchas tonterías. Entiende nuestro lenguaje corporal de tantas veces que se ha fijado en nuestros pequeños detalles, y nosotros sabemos sus recuerdos, su olor, el sonido de su voz, su forma de respirar, de hablar, de pronunciar nuestro nombre, de llamarnos por ese mote cariñoso que nos encoje el alma
Esa persona, te saca sonrisas con cualquier cosa, te motiva a intentarlo...
Hasta que se acaba.
Hasta que aparece otra.
Hasta que se convierte en rana.
Hasta que desaparece el hechizo.
Hasta que se desenamora.
Hasta que se va.
Hasta que acaba el espejismo.
Hasta que se pone un punto y final.
Hasta que despiertas del sueño y te das cuenta que esa persona, no existe.